A día de hoy los coches de circuito se están convirtiendo en una opción para aquellos bolsillos no muy grandes que buscan un coche competitivo, rápido, fiables y con una tecnología actual.
Pues bien, si buscamos un sinónimo a esas cuatro palabras nos sale un coche de circuito. Si a todo esto le sumamos su precio (click aquí para ver ejemplo) los motivos para hacerse con uno aumentan.
Las primeras unidades las vimos en la montaña y su rendimiento era alto. También hay que añadir que el terreno sobre el que se practica esta modalidad es favorables a estas monturas ya que no hay cambios de asfalto, baches u otros factores, pero bien, en los últimos años hemos visto unidades de circuito compitiendo a gran nivel en los rallys.
La adecuación de los Porsche para rallys abrió la veda a este tipo de monturas, pero en estos últimos años hemos visto una gran evolución en cuanto a pilotos que se deciden por vehículos procedentes de circuitos.
Este año el asturiano Fran Cima con su Seat León Supercopa nos ha demostrado que los este tipo de vehículos son competitivos con unos simples cambios de reglajes entrando en el top ten en las pruebas del Campeonato de España de Rallys. También el gallego Álvaro Muñiz nos ha mostrado que estos coches son capaces de alcanzar buenos resultados en terrenos rotos y ratoneros como son los tramos del Rally San Froilán donde además de llevarse un quinto puesto en la general se llevaba el cajón más alto del podio en la Copa Tope Ten Pirelli a bordo de su Clio Cup R.
El último ejemplo que tenemos es el de Conrado Fernández, campeón de la Sandero Cup, que ha adquirido un Renault Clio Cup III para el Campeonato de España de Rallys de Asfalto de 2015.
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